Pau sin miedo

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La segunda vez que necesitó sutura…dudo que vaya a ser la última…

No es exacto decir que Pau no tiene miedo porque, de hecho, si tiene, aunque se podría decir que tiene «los miedos equivocados».  Los que él no tiene, son los que a mi me aterran.  Pau no muestra miedo ante peligros reales y sin embargo muestra reacciones exageradas que yo identifico como miedo ante situaciones habituales.  Llora a moco tendido con una angustia terrible cuando le cortan el pelo, gimotea diciendo «mi pelo, mi pelo» como si no fuera a crecer más, pero luego es capaz de salir disparado hacia una calle transitada y poner el pie en la calzada con la intención de cruzar, inconsciente por completo de que lo van a atropellar.

Esta característica de su conducta fue para mi la prueba definitiva de que a mi niño «le pasaba algo».  Fue el día de reyes del año 2013, cuando tenia dos años y cuatro meses.

Como tantas familias decidimos ir a ver la cabalgata del pueblo.  Llevábamos a Xavi en la mochila colgado y los gemelos iban en su carrito.  Al llegar a la plaza había bastante gente y ruido.  Pau empezó a mostrarse muy nervioso y a forcejear tratando de quitarse los arneses.  Intentamos calmarlo y entretenerlo pero no había forma y se estaba poniendo histérico.  Le dije a papi que lo sacara del carro, que yo lo perseguiría.  Fue tocar con los pies en el suelo y arrancar a correr hacia los lugares donde había menos gente, esquinas oscuras, detrás del escenario…por más que lo llamaba él ni se daba la vuelta.  Incluso llegué a esconderme detrás de una columna esperando verlo llorar al desaparecer de su campo visual, pero creo que ni siquiera se dio cuenta y si se dio cuenta no le importó.  No tenía miedo de estar ahí solo…simplemente no quería estar ahí.

Han pasado algo más de dos años y Pau sigue siendo un tipo huidizo.  Suelo comentar que una de mis mayores dificultades y frustraciones en este camino de «maternidad adaptada» que me ha tocado vivir, es el hecho de no poder desenvolverme con cierta seguridad y autonomía con los tres.  No poder ir al parque sola es algo que me mata…que me mata y nos condena a pasar muchas tardes metidos en casa.  Lo máximo que soy capaz de hacer con ellos es salir a 100 metros de casa, quizás menos, a un pequeño bosque para que el perro y ellos puedan jugar y eso porque vivo en una zona poco transitada.  Si viviera en el centro no podría ni salir al portal.  Pau se escapa.  Se escapa sin mirar atrás a una velocidad de superhéroe…Hoy lo ha vuelto a hacer.

Estábamos en la playa, Tere y Xavi jugando en la arena, él sentado en el suelo haciendo rodar su pelota, en el paseo, cerca de nosotros.  No le entusiasma la arena, le da grima.  De repente se levanta y arranca a correr hacia la calle.  «David corre, corre por Dios!!!  Pau!!!»  Y Pau que no para…y superpapi que le engancha cuando ya pisaba la calzada…venia un camión…

¿Cuantas veces le habré dicho a su padre, o a mis hermanas? «no conseguiré verle en un cuerpo de adulto»…  Es aterrador pensar que cualquier día te distraerás o simplemente correrá más que tú y no podrás pararle…cerrar los ojos e imaginar las consecuencias si David tarda dos segundos, solo dos segundos más en reaccionar…

Para rematar la faena, a los pocos minutos aparece un señor que lo ha visto todo a cierta distancia y nos increpa que la culpa es nuestra.  David le grita que se meta en sus asuntos y yo, viendo que se enzarzaban en una discusión le digo que tiene razón, que la culpa es nuestra, que haga el favor que el crío tiene una discapacidad y esto ya es bastante difícil para nosotros, que nos hemos llevado un susto de muerte…

¿Cuando llegará el día en que pueda medianamente «relajarme»?.  ¿Cuando podré ir a un cumpleaños o a una fiesta escolar y «perderle un poco de vista», charlar con las demás madres…?

Hoy me acostaré triste por nosotros y por Pau.  Mañana me levantaré consciente de que lo hace lo mejor que puede, que el mundo es difícil para él, que le viene grande…

 

9 comentarios en “Pau sin miedo

  1. No puedo decirte mucho, mi hija tiene parálisis cerebral y quizá nunca la vea andar o correr… Comparto contigo eso de «un proyecto de familia diferente». Hace poco escribí en su blog un tema sobre los juicios de los otros. Da rabia que otros te juzguen cuando tú estás haciendo todo lo que puedes, lo mejor que puedes. No te desanimes, no te puedo dar recetas porque no las tengo. Sólo te digo que lo que tenga que pasar no está escrito en ningún lado, y que ahora mismo, mientras escribo esto, de noche, nuestros peques están a nuestro lado.

    Entiendo tu tristeza, a mi me viene por otras cosas que mi hija puede que no haga nunca.

    Mucha fuerza. Un abrazo desde Sevilla.

    Carolina, la mamá de Alicia.
    http://www.ayudaparaalicia.es

  2. Mis respetos para ti y tu esposo! Pau nació en tu familia porque no habría mejores padres para él que ustedes.

    Y pensar que yo me preocupo solamente porque una marca de rasguño aún no se ha ido, tengo mucho que aprender.

    Un abrazo.

  3. A mi hijo le pasa algo muy parecido, y me ha hecho gracias que comentaras su miedo terrorífico a cortarse el pelo, nunca me había parado a pensar en porque miedo a cosas normales y controladas y en cambio se va a la via tan alegres, aunque el mío poco a poco lo esta superando, ahora soy yo la que tiene que trabajar para relajarse y quedarme quieta dejándolo jugar solo, pero es muy difícil, me aterra que de repente se le crucen los cables y se vaya a la carretera solo. El otro día sin ir mas lejos, de excursión llegamos a un pueblo con un pequeño embarcadero, los niños jugaban libremente pero es que yo veía al mío tirandose de cabeza al río, me dio hasta vértigo y nos tuvimos que ir…

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