Cuentos de nacimiento (volumen I)

Bueno, llevo días pensándolo y por fin he decidido compartir aquí los cuentos que he escrito para mis hijos.

A través de la formación de Doula se nos sugirió como actividad escribir la historia (o historias) de nacimiento de nuestro hijos de un modo empoderado.  Con Xavi podía ser relativamente fácil, pero con los mellizos, no veía la manera.

Y de repente comenté que mi hijo Pau era un gigante y entre todos, formadoras, coach y compañeras surgió la idea de escribir cuentos.  Es curioso como esta mezcla de realidad y ficción ha resultado ser una hermosa historia que contarles.  A Teresa le encanta y se le inundan los ojillos de lágrimas cuando se lo leo.  Una lástima que no sepa dibujar, pero seguro que encontraré la forma de darles más vida.

Hoy os dejo el de los mellis y en unos días el de Xavi.  Están en catalán, que es mi lengua materna, así que quizás algunos tengáis que usar los traductores y pierda algo de gracia.  Cuando tenga tiempo escribiré la adaptación al castellano.

Ahí va, espero que os guste.

EL TRESOR DE LA FADA

  • Això era una fada que nomia Marga i un fat que nomia David.  S’estimaven moltíssim i eren molt feliços.  Un dia, la fada i el fat, varen decidir que tindrien un fill.
  • Passaren molts, molts de mesos i, per més que na Marga i en David s’estimaven amb el cos i el cor, el fill no venia. La fada es començava a posar impacient i trista…
  • Molt de temps després, la fada i el fat varen anar a veure uns bruixots que els hi donaren un remei que els ajudaria. A na Marga no li agradaven els bruixots, i tampoc els remeis i les medicines…però era tan gran el desig que tenia… Tot el dia pensava i somiava el dia que, per fi, podria abraçar el seu fill, el seu tresor.
  • Tant i tant van demanar el tresor a l’univers que, aquest, el hi va fer un regal duplicat. Dins la panxa de la fada, creixien dos preciosos miracles, una nina i un nin.
  • El cor de la fada s’ompli d’una immensa alegria al cop que la seva panxa s’omplia de vida. A la fi, després de moltes llàgrimes i desencants, la vida la recompensava amb el seu preciós i gran tresor.
  • Els mesos passaven i la panxa s’anava fent molt, molt grossa…El fat David cuidava de la seva fada embarassada amb delit…no hi havia cosa que no fes per ella i les seves precioses criatures que creixien sanes dins el ventre redó de la seva mare.
  • Un dia d’estiu, quan encara no estava previst que arribessin les criatures, la fada es va posar malalta. Van haver d’anar aviat a veure els bruixots que van decidir, encertadament, que els petits prínceps havien de néixer amb urgència.  La malaltia de la mare va precipitar el seu naixement i, com que no estaven preparats ni col·locats per néixer, els bruixots van haver d’obrir una porta a la panxa de la fada perquè poguessin sortir.
  • Tan petitons i fràgils com eren, tot d’una en néixer ploraren ben fort, perquè tothom sabés com n’estaven d’enfadats. Tan bé estaven ells dins la panxa…
  • Els bruixots varen decidir que els petits havien d’anar a passar un temps dins unes bombolles especials, fins que acabessin de créixer i tenir forces per tornar amb la seva mare. Però no varen pensar que, si els allunyaven d’ella, tots tres estarien sols i tristos.
  • Però la fada i el fat no deixaven de lluitar. Els prínceps, petits i un poc malalts, lluitaven amb totes les forces que tenien per poder arribar aviat als braços que els esperaven. Cada dia, la fada i el fat s’estaven amb ells tot el temps que podien, els parlaven, el cantaven…els feien saber que ells i només ells eren el seu gran tresor de l’univers.
  • I així, amb unes setmanes, el petit príncep va arribar a casa. Ningú no sabia encara que, aquell petit fat, estava destinat a ser tot un gegant. Un petit gegant que inspiraria la seva mare, que la faria una dona valenta, forta, la millor mare per ell.
  • Poc després va arribar a casa la petita princesa fada. Havia estat malalta molts de dies però, amb tot, era la petita fada més preciosa que s’havia vist mai. Encara avui, la petita fada, té un somriure que il·lumina la vida dels seus pares i germans.  Quan ella riu, tothom s’hi apunta.  Es una jove fada d’una gran saviesa i dolçor i els seus pares, l’estimen per damunt de tot.
  • Amb el temps, el fat i la fada, tingueren una nova sorpresa de l’univers. Un altre petit príncep creixia dins la panxa de la fada. Però aquesta, és una altra historia…

Cinco aspectos básicos para iniciar una lactancia feliz

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Primera toma de Xavi, aun en paritorio.

Y ahora leo el título y pienso:  «¿Qué leches estoy haciendo yo, sentando cátedra?» porqué parece que el título sea eso, y no.  Yo no soy una super experta en lactancia, aunque después de tres años dando teta a mi hijo pequeño y un curso de asesora, alguna cosilla he aprendido.

Sin embargo, estos son los cinco puntos que, a mi entender, son básicos y fundamentales, lo cual no quiere decir que, si no se hace exactamente así, la lactancia vaya a ser un fracaso.

Ale, al lio.

  1.  Contacto precoz con tu bebé:  Esto quiere decir lo más pronto posible.  En una situación ideal el bebé debería pasar directamente de estar entre las piernas de su madre a estar entre sus tetas.  Cualquier separación innecesaria (pesar, medir, aspirar, vacunar…no son tareas inmediatamente necesarias) debería ser evitada por el propio personal hospitalario.  De hecho, el bebe debería poder amamantarse de forma inmediata tras el nacimiento incluso en caso de cesárea, siempre que su mama y él mismo estén bien.  Si en tu hospital existe un protocolo de separación del recién nacido, puedes negarte.  En caso de que la nueva pareja mamá-bebé tenga que separarse por motivos de salud, se debería propiciar el reencuentro lo más pronto posible cuando estén recuperados y, si la separación se va a prolongar (por prematuridad, por ejemplo) indicar a la mamá como empezar a estimular la producción de leche, como extraerla y conservarla.  Amamantar después de una separación larga no es imposible.  Yo lo hice.
  2. Evitar el uso de tetinas:  tu bebé no necesita leche nada más nacer.  Las primeras 24-48 horas (a veces incluso más) tiene suficiente con el calostro que sale de tus pechos así que no necesita ningún suplemento de biberón ni de suero glucosado.  Tampoco necesita un chupete.  Todo el tiempo que esta chupando el chupete no está estimulando tu producción.  Además el uso de tetinas puede confundir a tu bebé y originar un mal agarre.  Es normal no tener leche «en seguida», no dejes que te digan lo contrario.
  3. La lactancia no duele:  es posible que, cuando tu bebé se agarre al pecho las primeras veces sientas alguna molestia.  Esta molestia es normal ya que estas viviendo una sensación nueva y te puede resultar rara.  Sin embargo, en ningún caso, debes sentir dolor.  La molestia inicial cede en unos segundos, un minuto a lo sumo y te dejará, máximo, una sensación leve de irritación que cederá pronto.  Si hay dolor, heridas, grietas, ampollas…es posible que la postura no sea correcta o el bebé no agarre bien.  Esto pasa a veces, no te angusties, se puede corregir.  Es importante consultar con alguna asesora, doula, matrona, grupo de lactancia que te pueda bien aconsejar para resolverlo.  No aguantes dolor.  Repito, muy importante, la lactancia no duele.
  4. Libre demanda:  esta es fácil de explicar…o no.  Libre demanda quiere decir cuando el bebé pida.  Da igual si pidió hace media hora, se le vuele a dar.  No pasa nada, no te toma el pelo, no se queda con hambre…nada.  Las primeras semanas pueden ser agotadoras y es normal que tengas la sensación de que estas todo el día con la teta fuera.  El bebé es pequeño, se cansa, se queda dormido y hace tomas pequeñas a razón del diminuto tamaño de su estómago.  Si hace unas cuatro cacas por día (del tamaño de una moneda de dos euros), moja unos 8-10 pañales, va ganando peso adecuadamente (los bebés que toman biberón engordan más rápido, esto es importante saberlo y evitar compararlos entre sí) todo parece estar marchando bien, aunque haga doce tomas al día.  Los bebés amamantados rara vez están las famosas tres horas sin comer.  A demanda también significa que mama todo el tiempo que quiere y de un pecho o de los dos.  Depende de él.  Nada de diez minutos de cada pecho.  Cuando el bebé suelta un pecho se le ofrece el otro.  Si lo quiere, estupendo, si no también.
  5. Sordera:  importantísima esta, igual hasta tendría que ser la primera.  No aceptes consejos de cualquiera.  Rodeate en la medida de lo posible de otras madres que hayan amamantado, acude a un grupo de lactancia, observa si tu matrona y tu pediatra «controlan del tema».  Si tienes alguna duda o preocupación acude a quien pueda garantizarte información veraz y ayuda (en este sentido es bueno saber que, por desgracia, no todos los pediatras saben de lactancia.  De hecho los hay que no tienen ni idea) Si aparece algún problema, piensa que (a menos que tu decidas destetar) la solución no es un biberón.