Hace semanas que se me ocurrió esta entrada tras leer un correo de una madre en un grupo al que pertenezco. A veces una lee cosas que le ponen los pelos de punta…y este era uno de ellos.
Entonces caí en la cuenta de que podía aportar mi granito de arena a través de este espacio. Asi que, madres que me leeis, particularmente las que estais embarazadas, mucha, muchisima atención a lo que os voy a contar. Espero que nunca necesiteis esta información, mejor dicho, espero que ya la tuvierais antes de hoy, pero en cualquier caso, de todo corazón, espero que os sea útil.
Antes de entrar a describir como podeis reconocer a un ginesaurio, entraremos en definir o explicar el concepto.
Un ginesaurio, o ginesauria en su versión femenina, es aquel médico especalista en obstetricia que se empeña en definir el embarazo y el parto como un proceso patológico y altamente peligroso del que debe salvarnos a todas las mujeres. Es un ser muy peligroso, ya que no dispone de información actualizada ni de evidencia cientifica o, si dispone de ella, se la pasa por el arco del triunfo . Es más peligrosa, si cabe, la ginesauria, ya que tiende a usar la «empatia de genero» para llevar a la PACIENTE (no olvideis que para él o ella estais viviendo un proceso patológico que hay que controlar de principio a fin, no fuera cosa que explotarais o algo peor, se os muriera el bebé)a su terreno.
Allá voy pues. ¿Cómo reconocer a un ginesaurio?.
Querida amiga, agudiza tu olfato. A veces es dificil reconocerlos hasta que ya es demasiado tarde. Así que ¡¡¡ojo avizor!!!
Sospecha altamente de aquel que te trate con «demasiado cariño», lease, que te hable como si hablara con una niña, que use para contigo apelativos tales como «gordita», «mamita», «nena», «reina» y demás vocablos cariñosos. Si habla contigo con una actitud paternalista, en un tono protector y con clara tendencia a decirte lo que tienes que hacer CORRE. Un buen profesional deberá siempre dirigirse a ti en un tono cordial, pero guardando las distancias, y nunca, bajo ningún concepto, tomará decisiones por ti. Su labor es informarte del proceso de embarazo y parto, de los procedimientos recomendados en uno u otro proceso de tu salud reproductiva y sexual, pero las decisiones son única y exclusivamente tuyas. Puedes negarte a cualquier procedimiento que no desees, incluyendo analíticas, ecografias…
Otra característica común de esta, por desgracia aún común especie, es la clara tendencia a evadir tus preguntas o a contestar con opiniones personales y no con evidencia. No olvides que tu no necesitas su opinion, necesitas información veraz y cientifica sobre la que basar TUS decisiones.
Frecuente tambien la tendencia a regañar. Esto es derivado de la actitud paternalista que ya hemos comentado antes. Estos saurios suelen creer que su blanca vestimenta les da potestad para opinar sobre tus decisiones de mujer adulta e informada. Es más, a muchos de ellos, les duele ser conscientes de que, de hecho, estas informada. Si te fijas bien puede que hasta puedas intuir un sarpullido en su cuello, cierta rojez en sus mejillas…cuidado, te esta cogiendo mania…
Diria que son puntos críticos los siguientes acontecimientos que se dan, por cierto, cuando tu gestación esta ya bastante avanzada. Si te encuentras con uno de estos huye, hazlo antes de que sea demasiado tarde.
Te riñe acaloradamente por tu excesivo o pobre aumento de peso. No contento con esto, te culpa de esto por estar comiendo mal, mucho, poco…no se molesta en preguntarte como te sientes, si tienes algun malestar digestivo, si tienes nauseas que te impidan alimentarte bien…supone que el problema es que eres una mala paciente, una niña caprichosa a la que le ha dado por comer helados más que nada por molestarle a él con tu aumento de peso en las visitas. Engordas «para fastidiar» y el te lo hace saber.
Insiste en hacerte ecografias en cada visita a pesar de que sabe, o deberia saber, que no estan indicadas. En todas y cada una de ellas tuerce el «hocico» y se limita a hacer un gruñido ininteligible cuando tu preguntas si algo va mal. Suele acabar la ecografia con un «todo bien pero…» Este pero puede derivar en el transcurso de las últimas semanas en un «tu bebé es demasiado grande (o demasiado pequeño)» o cualquier otro motivo de índole patológica ( no) y que por supuesto no se habia detectado antes que indique, recuerda segun su opinion, que no criterio cientifico, inducir el trabajo de parto antes de la fecha.
Se pone pesadisimo con hacerte un tacto. No te dejes. No esta indicado realizar tactos si no se ha iniciado el trabajo de parto. No ofrecen ninguna información valida o que pueda predecir el transcurso de tu parto. Él lo sabe, pero no le importa. Bragas arriba compañera, porque estos especímenes tienden a hacer maniobras en los cérvix de sus pacientes (recuerda, durante 9 meses eres una bomba de relojeria, sin él moririais tu y tu bebe) sin el consentimiento de estas. Recuerda que, por mucho que a él (o ella) le parezca indicado hacerte un tacto no lo está y no tienes porque acceder salvo que, por algún motivo, creas que puede aportarte alguna información.
«Insulta» a tus caderas. De repente eres estrecha y tu bebe es muy grande y no pasará por tu pelvis. Y fíjate, tiene una bola de cristal porque es capaz de hacer estas afirmaciones sin que hayas iniciado un trabajo de parto, a sabiendas de que tu pelvis no ha tenido ningún traumatismo que pueda ocasionar problemas…simplemente él lo sabe. Y te advierte (amenaza mejor dicho) de que si insistes en parir a ese «macrosoma» (que tu hijo ya no es un bebe, es un «macrosoma») tendrás un parto dolorosísimo, sufrirás terribles torturas y le acabarás pidiendo que te haga una cesarea (¿seguís teniendo los ojos dentro de las órbitas?)
Sugiere, por así decirlo, que tu no eres capaz de ponerte de parto o de parir. Menosprecia tu capacidad mamífera y ancestral de hacer lo que las mujeres estamos haciendo desde hace miles de años. Tu no puedes. Y él no te lo recomienda. ¿Para que vas a sufrir? Se ofrece bondadosamente a hacerte una cesárea, te hace ese favor.
Se rie de tu «plan de parto». ¿Donde vas bonita con este escrito?. Cuando llegue el momento oportuno será el y nadie más quien te dirá lo que tienes que hacer. ¿O es que acaso pensabas que ibas a parir? No guapa, él te va a hacer el parto.
Te amenza. Si por alguna extraña razón que escapa a su entendimiento se te ocurre tomar decisiones en contra de su voluntad, ups queria decir criterio médico, te amenazará con cualquier barbaridad que puede ir desde, dolorosos e insoportables partos con episiotomias inmensas y brutales hemorragias hasta, en el peor de los casos usar «la carta del niño muerto». Recuerda, eres una niña. Una pequeña y caprichosa criatura a la que se le ha antojado tomar las riendas de su embarazo y su parto, que por supuesto no tiene ni idea de lo que esta haciendo, y que va a matar a su hijo. Y él tratará de impedirlo. Del mismo modo que tratará de impedir que le jorobes las vacaciones, que te pongas de parto de noche, que tengas un parto largo y molesto (para él) o cualquier otra cosa que él no tenga prevista y le suponga un tratorno. Porque recuerda, según el entiende las cosas, TÚ estas a su servicio y no él.
Mención especial a las madres con cesarea previa. Es incierto, y lo sabes, que despues de una cesárea lo más recomendable sea otra cesarea. No olvides que esta es una operación de cirugia mayor y que entraña más riesgos para ti y para tu bebé que un parto vaginal. Tu ginesaurio se encargará de recordarte que se te puede romper el útero, a pesar de que sabe, o deberia saber, que es algo muy improbable, más aún si no se hacen intervenciones innecesarias en el parto.
Llegados a este punto, si aún no has logrado huir, espero que tengas un parto corto y fácil y un buen acompañamiento que minimice la brutalidad del ginesaurio. Si no es así, con todo el dolor de mi corazón casi puedo asegurarte que no guardarás un buen recuerdo de tu parto.
Así que, amiga mia, espero que hayas leido con atención. Infórmate y decide. No tengas miedo de negarte a procedimientos a los que no quieras someterte, que no te duela cambiar de médico. Es contigo misma y con tu hijo con los que tienes un compromiso. Sois tu y tu pareja (si la hay) quienes vais a ser padres, es tu hijo o hija la que va a nacer ¡y solo se nace una vez!. Lucha por un nacimiento respetado.